Cerca del 5% de ancianos de los países occidentales sufre algún tipo de maltrato, desde el abandono hasta la agresión física, según se ha puesto de relieve en unas jornadas celebradas en Barcelona, donde se ha abogado por potenciar la sensibilidad social, mejorar la formación y aumentar los recursos.
También existen casos de maltrato institucional, que son aquellos en los que los ancianos no reciben un trato digno en los hospitales o residencias.
Se ha puesto como ejemplo de esta situación las conversaciones entre los médicos y los familiares en presencia del anciano sin que se le tenga en cuenta, que se les tutee o que a veces se trate a los mayores con la misma condescendencia que a los niños, con golpecitos paternales en la cara. Asimismo, ha advertido de que pese a que los estudios cifran en un 5% el número de malos tratos, por cada caso que se detecta y se denuncia hay catorce otros casos que ni se detectan ni se denuncian. Los ancianos son el segmento de población más olvidado de la actual sociedad desarrollada, ya que sus problemas no ocupan un lugar prioritario en la agenda política y social, según ha explicado en rueda de prensa su director, Joan Creixell
Se ha puesto como ejemplo de esta situación las conversaciones entre los médicos y los familiares en presencia del anciano sin que se le tenga en cuenta, que se les tutee o que a veces se trate a los mayores con la misma condescendencia que a los niños, con golpecitos paternales en la cara. Asimismo, ha advertido de que pese a que los estudios cifran en un 5% el número de malos tratos, por cada caso que se detecta y se denuncia hay catorce otros casos que ni se detectan ni se denuncian. Los ancianos son el segmento de población más olvidado de la actual sociedad desarrollada, ya que sus problemas no ocupan un lugar prioritario en la agenda política y social, según ha explicado en rueda de prensa su director, Joan Creixell
Para evitar esta situación, en las jornadas se ha abogado por aumentar la sensibilidad social sobre la necesidad de cuidar más de nuestros ancianos, mejorar la formación profesional del personal que está en contacto permanente con los mayores y aumentar los recursos que las administraciones destinan a políticas sociales.
No obstante, como ha recalcado Creixell, los datos tampoco invitan al optimismo ya que en Suiza, uno de los países punteros en el Estado del Bienestar, un 80% de los ancianos pide morir en su casa con dignidad y sólo el 14% lo logra.
EFE , 02/04/2008